Foto: Esculturas de Sócrates con Atenea en segundo plano, delante de la Academia Nacional en Atenas.
Con los años hemos ido desarrollando una filosofía de inversión muy sólida que ha permitido a las familias invertir con éxito a largo plazo y conseguir aquellos objetivos que se han propuesto. Esta filosofía de inversión está integrada en una metodología testeada tanto en momentos buenos como en periodos de crisis. Y funciona. Funciona muy bien.
Vamos comprobando que año tras año el principal problema a la hora de invertir son nuestras emociones. Solemos comprar cuando todo el mundo compra y solemos vender cuando todo el mundo vende. El miedo, la envidia, la avaricia y la necesidad de seguridad nos embargan.
Hay ciertas estrategias de inversión que funcionan muy bien a largo plazo. Lo que no indica que siempre funcionen. Son estrategias fundamentadas en sesgos psicológicos y que nos gustan mucho. Partimos de la base de que la humanidad seguirá teniendo una respuesta muy emocional a los mercados. Ante esta respuesta, si se actúa de forma fría y racional, se nos permite ganar mucho dinero.
Así pues, ayudamos a que nuestras familias tomen decisiones patrimoniales de forma objetiva mediante la planificación patrimonial. Pero al mismo tiempo nos aprovechamos de la montaña rusa de emociones que hay en el mercado.
Track-record de BISSAN
Llevamos muchos años ayudando a familias a invertir su patrimonio y ahorro para lograr sus objetivos. En los siguientes gráficos podemos apreciar la evolución de las rentabilidades medias obtenidas por las familias para las que trabajamos entre enero de 2010 y junio de 2021.
Nuestro particular camino
Nadie nace sabiendo. Es necesario aprender mediante el estudio y la puesta en práctica de lo estudiado.
Para entender cómo hemos llegado a nuestra actual metodología de inversión es necesario previamente entender nuestra trayectoria.
Ha sido y sigue siendo un viaje apasionante. Pero está lleno de obstáculos y cambios que nos obligan a dar lo mejor de nosotros mismos y adaptarnos a las situaciones. El estilo de inversión no ha sido siempre el mismo desde que empezamos. De hecho, hemos ido mejorando poco a poco con la incorporación de nuevos conceptos muy relevantes a la hora de invertir.
El común denominador en todos estos cambios ha sido que su implementación se ha hecho con una muy alta convicción, no son apuestas por situaciones coyunturales de los mercados.
Primeros años 2010-2012
Por ejemplo, cuando iniciamos nuestra andadura inversora, los activos invertidos eran la gran mayoría en acciones de las cuales cerca del 80% eran españolas. ¿Por qué invertimos en España? Esto fue así debido a nuestro origen en Banca Corporativa. Allí, nuestros clientes eran fundamentalmente grandes empresas, muchas de ellas del Íbex35, de las que conocíamos bastante bien sus datos económicos, así como sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Este conocimiento empresarial se unía a una visión apasionada de las inversiones aprendida del legendario inversor Benjamin Graham, fundador de la escuela de Value Investing. Así pues, se aplicaron conocimientos de Value (lo veremos más adelante) junto con el conocimiento de primera mano de las principales empresas españolas.
Fueron años muy duros, puesto que el mercado español cayó en su peor momento más del -50% entre 2010 hasta mayo de 2012. Por fortuna, recuperó parte de las pérdidas al final de 2012, con lo que perdió -32,8% acumulado desde 2010. Aún así, pudimos crecer durante este periodo un +10,9%.
En paralelo, el precio de la vivienda en España cayó un -21,1% y la renta fija ganó un +17,3%. Es curioso el excelente comportamiento de la renta fija. Aparte de las enormes manipulaciones monetarias, el mercado sí que se refugió con la renta fija. De hecho, sus rentabilidades eran excelentes y hacían dudar de las bondades de las acciones. ¿Para qué tener acciones, con lo volátiles que son, pudiendo disfrutar de enormes rentabilidades con renta fija? Esta pregunta no obtuvo una respuesta concluyente hasta pasados unos años.
A raíz de la gran crisis en el mercado español, en especial las últimas caídas en mayo de 2012, vimos que la psicología era el principal factor de éxito, muy por encima del estilo de inversión que se aplique. Estilos de inversión de gran éxito eran abandonados precisamente en los momentos previos en los que empezaban a generar muchísimo dinero.
¿Qué aprendimos? Vimos que eran necesarias varias mejoras:
- Priorizar la planificación financiera de todas las familias para las que trabajábamos.
- Diversificar el estilo de inversión (Momentum, Grandes Marcas, Small Caps y Value Investing). Vimos que no podíamos invertir exclusivamente mediante el estilo de inversión de Value Investing, por mucho que nos gustara.
- Invertimos de forma equiponderada en los distintos factores.
- Diversificar internacionalmente. En este caso lo hicimos sólo hacia Europa, puesto que lo conocíamos ya mucho más y no nos era tan distante. No tenía sentido seguir teniendo tanta exposición española. De hecho, fue un enorme acierto.
- Comprar en momentos de crisis es muy rentable. De ahí que creáramos el Protocolo Pólvora, en el que siempre disponemos de liquidez que no necesitamos para comprar cuando los mercados se hunden. Estar al otro lado de la mesa (comprar cuando todos venden, y viceversa) y hacerlo con convicción suele ser muy rentable.
Desde 2013 hasta 2016
Europa fue la gran protagonista, sobretodo Alemania, durante este periodo. Estados Unidos aún lo veíamos excesivamente lejos, aunque empezamos a estudiar este fabuloso país. Durante esta época incorporamos de forma paulatina otros fondos con otros estilos de inversión para la inversión de las familias.
El inicio de este nuevo periodo fue distinto al anterior. El mercado arrancó con bastante fuerza en 2013.
La rentabilidad del ÍBEX35, del que teníamos una exposición menor al 10% del patrimonio de las familias, fue del +14,5%. Europa ganó un +24,8%, lo que indica que la apuesta por Europa fue un acierto.
En BISSAN, en el periodo 2013-2016 generamos un +45,9% de rentabilidad para las familias para las que trabajamos.
La vivienda volvió a perder un -11,4%, no levantaba cabeza, y la renta fija ganó +18,5%.
¿Qué aprendimos durante este periodo?
- La diversificación por factores de forma equiponderada corroboró ser una estrategia de éxito.
- Existen grandes ciclos en los mercados. Son ciclos que traspasan la mentalidad cortoplacista de la mayoría de inversores. Y son ciclos que pueden beneficiarnos enormemente si podemos entenderlos. Hay ciclos de deuda, inmobiliarios, acciones, hasta de guerras y soberanía de los países. Para entender el mundo hay que entender sus ciclos. El mundo no es una línea recta, sino que está lleno de curvas.
- Que la política juega un importante papel en la rentabilidad de los activos y el futuro de las naciones. Por ello nos empezamos a interesar muy activamente por entender qué hace que unos países se desarrollen tremendamente más que otros. El comunismo es el mayor destructor de riqueza que existe, peor que las guerras. Pero los países con libertad económica y política y, por lo tanto, bajos impuestos y regulaciones, son los grandes triunfadores, donde el nivel de vida es mayor y su población más satisfecha.
2017 hasta el 2T 2021
No incorporamos grandes cambios a nivel de diversificación por factores de inversión, ya que vimos que seguía siendo nuestra base de inversión.
Desde la victoria de Donald Trump vimos la vital importancia de tener una exposición importante en Estados Unidos. Por ello, destinamos entre el 30% y el 50% del patrimonio de las familias a Estados Unidos, y el resto a Europa. Fue una gran apuesta, después de tantos años de observarlos desde lejos. Había llegado el momento de invertir.
El mercado americano ha crecido un +81,6% en euros en el periodo, Europa el +24,4% y España ha perdido el -4,8% (¡un desastre!). En BISSAN hemos podido ganar el +39,1% para las familias. Por lo que respecta la vivienda en España, por primera vez en mucho tiempo ha subido un +16,5%. Y la renta fija europea ha desacelerado su crecimiento, hasta el +8,9%.
Ir a USA fue otro gran acierto. Seguimos con mucho interés las elecciones americanas. Y seguimos con mucho interés la evolución de Europa, China, Asia en general. Se trata de una lucha de titanes, generalmente silenciosa. Y más nos vale que siga así.
Durante estos años, Value Investing, una de nuestras principales metodologías de inversión, tuvo el peor resultado de los últimos 90 años de historia. De hecho, nuestras rentabilidades del +39,1% se han visto dramáticamente reducidas por los pésimos resultados de este factor. Nos lastró el resultado en más de un -15%. Nunca hubiéramos sospechado que el mercado nos llevaría a tal extremo. Para hacernos una idea, la situación fue tan atípica que muchos gestores Value que dependían en gran medida de inversores Institucionales tuvieron que cerrar sus puertas.
De hecho, los mercados nos llevaron hasta límites inusitados. Y ahí es donde empezamos a entrever que precisamente esto es la base de su movimiento. El péndulo se mueve gracias a que cambia de dirección. Y es precisamente estos cambios lo que nos generó una enorme curiosidad. ¿Qué hace que el mercado, llevado a un extremo y destrozadas las inversiones de muchos, gire para ir en el sentido contrario?
¿Qué aprendimos?
- El mercado te enseña y es necesario escucharlo. Los precios marcan la realidad, no lo que nosotros pensamos que deberían cotizar.
- El estudio de los extremos es de vital importancia. Ahí es donde radican muchísimas oportunidades, que vamos a explotar en este nuevo ciclo de inversión en BISSAN.
- Existe la inercia o tendencia en el mercado. Hay cosas que suben o bajan sin una aparente justificación teórica.
- Si unimos el estudio de los extremos del mercado, junto con sus tendencias, podemos obtener puntos clave de compra y venta en los mercados. Esto es clave para el desarrollo de Factor Investing Dinámico, que incorporamos en el fondo BISSAN Largo Plazo.
- El enorme éxito de la tecnología ha hecho que casi todo el mundo crea que no tiene fin. Es probablemente el fin de una gran tendencia alcista en tech.
- Los patrones en precios, unidos a su evolución con las compras y ventas realizadas, nos pueden ofrecer unas señales de compra y venta extraordinarias.
- A la hora de invertir, podemos mejorar nuestra metodología de Factor Investing tradicional (equiponderado) incorporando elementos que dinamicen la exposición de los distintos factores. Por ejemplo, en 2020 el principal factor fueron grandes marcas con calidad (Apple, Amazon, Microsoft), mientras que tras el descubrimiento de las vacunas en noviembre de 2020 fueron empresas Value, ligadas a la energía, materias primas, aerolíneas, las que tuvieron una evolución estelar.
Nuestro sistema de inversión de cara al futuro
Tras la aparición del Covid, nos hemos replanteado muchas cosas. Ha sido una época realmente difícil, que nos ha puesto a prueba de forma tremenda. Gracias a Dios se ha podido superar y seguimos adelante.
Otras crisis, también muy duras, se pasan y digieren poco a poco. Ésta ha sido especialmente brutal por su intensidad. Ha sido la caída más rápida y abrupta de la historia. Otro tema ha sido también la fortísima subida de los mercados, acompañada por las políticas monetarias de los Bancos Centrales.
A pesar de ello, nuestra metodología de inversión ha funcionado bastante bien. A continuación, detallaremos un poco más cómo en la actualidad invertimos a largo plazo.
En primer lugar, el grueso de nuestra inversión financiera a largo plazo debe estar destinado a la compra de acciones. A largo plazo es el principal vehículo de creación de riqueza. En segundo lugar, mantenemos siempre una proporción en liquidez o renta fija preparado para comprar cuando todo el mundo vende. Lo llamamos Pólvora y es un factor clave en nuestra forma de invertir.
Protocolo Pólvora
Cuando los mercados bursátiles se hunden, siempre tenemos liquidez para comprar cuando todo el mundo vende. Nuestro protocolo se activa de forma objetiva, es decir, es un proceso numérico. Cuando las caídas superan el -15%, se activa la venta de Pólvora y la compra de acciones a largo plazo. Evidentemente, no nos vendemos toda la Pólvora de golpe, sino que tenemos hasta 3 “disparos”. Los dos siguientes se activan con caídas del -25% y -35%.
Factor Investing
En BISSAN utilizamos principalmente cuatro estrategias de inversión en acciones basadas en sesgos psicológicos:
- Value investing: comprar cuando la gente malvende ya que entran en pánico suele ser una muy buena estrategia de inversión. Parte de la base de que el precio y el valor de las cosas no siempre coinciden, sobre todo en momentos de pánico y euforia. Value explota de forma más específica el pánico de los inversores. Esta estrategia requiere de dos a cinco años para cristalizar sus resultados.
- Momentum: al igual que la estrategia Value, explota la disparidad entre el precio y valor de las cosas, pero en situaciones de euforia. En este caso seguimos a la masa, en su ímpetu irracional de precios al alza. Esta es la estrategia con mayor éxito y rentabilidad del mundo, pues se basa en la naturaleza humana de la búsqueda permanente de beneficios (avaricia). Es una estrategia muy volátil, que tiene ciclos más cortos. Los resultados se ven entre seis y doce meses.
Como se puede observar, Value y Momentum son dos estrategias perfectamente compatibles y aprovechan situaciones diferentes del mercado por lo que se complementan de forma idónea en una cartera a largo plazo.
- Small Caps: consiste en invertir en empresas de pequeña capitalización puesto que los analistas y el mercado en general suelen prestar mucha atención a las grandes empresas presentes en todos los índices, mientras que pequeñas “joyas” pasan desapercibidas, lo que hace que aparezcan enormes oportunidades. Por el contrario, las empresas pequeñas suelen tener más volatilidad y menor liquidez, pero en un plazo de tres a cinco años, este riesgo se compensa.
- Grandes marcas + calidad financiera: consiste en explotar el instinto natural de búsqueda de seguridad. Se trata de empresas que son líderes en su mercado, pero que además tiene importantes barreras de entrada por lo que tienen los mayores márgenes en el mercado. Invertir en este tipo de empresas puede ser permanente, salvo que pierdan su ventaja competitiva.
Existen más estrategias en el mercado, tales como las estrategias sectoriales o geográficas, de baja volatilidad, dividendos, etc. las cuales no ignoramos. Las explicadas anteriormente son estadísticamente más relevantes, y contienen, de manera indirecta, una exposición a los sectores “ganadores”, así como a los países y regiones que mejor se estén comportando.
Además, ¿podemos utilizar una única estrategia de inversión? Creemos que no, sino que lo más sensato es utilizar varias, y que la ley de los grandes números, y nuestra paciencia y convicción, hagan el resto. Habrá años en que una estrategia nos funcione muy mal, como Value durante el periodo 2018-2020, pero puede que otras hayan ido muy bien, y logren compensar el resultado. Y esto año tras año.
Lo anterior hace que el método BISSAN incorpore una distribución equitativa entre las diferentes estrategias. Si un año una estrategia despunta y otra lo hace mal, se requerirá volver a equilibrarlas, lo que implica comprar la estrategia que ha caído.
Estar diversificados en distintas estrategias, en el largo plazo te permite tener resultados medios superiores, tal y como se aprecia en el siguiente gráfico:
Así pues, la inversión en renta variable incorporará con el Método BISSAN varias estrategias que han sido muy rentables a largo plazo y las vamos manteniendo año tras año.
Factor Investing Dinámico
Aunque mantengamos siempre una exposición en aquellos factores que no funcionen, ya que sabemos que tarde o temprano vuelven a florecer, actualmente incorporamos, sólo en los Fondos BISSAN, el uso de factores de forma dinámica. Es decir, incrementamos un poco la exposición en los factores que mejor funcionan, y reducimos los que peor lo hacen. Siempre va a existir exposición en todos los cuatro factores de inversión (Value, Momentum, Grandes Marcas y Small Caps), pero con una distribución distinta.
De hecho, mediante la teoría de ciclos, tendencias de mercado, mezclada con factores macro, de sentimiento del mercado y de medición de patrones en precios, es posible acentuar algunos factores por encima de otros con cierto éxito a largo plazo. Básicamente nos podemos posicionar en situaciones de fuerte desequilibrio o de extremo en el mercado, que probablemente acaben en la tendencia subyacente del mercado, pero de forma agresiva. Obviamente, a corto plazo siempre puede irte en contra el mercado, pero creemos que hemos desarrollado una tecnología suficientemente sólida como para poder rotar de forma dinámica los distintos factores con buenos resultados.
Dentro del Fondo BISSAN Largo Plazo, asignamos las siguientes estrategias:
- Factor Investing: mínimo del 40%.
- Factor Investing Dinámico: máximo del 60%.
- Cash: normalmente un 20%. Pero puede tener desde 0% al 100% en momentos excepcionales.
Por ejemplo, en septiembre de 2021, en Factor Investing Dinámico tenemos una exposición clara hacia la apertura post Covid. Según nuestro análisis, el mercado ha reconocido ampliamente la tecnología, hasta el punto que parece imbatible. Lejos de esto, nuestro análisis nos dice que estamos ante una lucha de titanes entre el factor Value y el de Grandes Marcas. Pensamos que, por probabilidades, habrá un nuevo ciclo de apertura de economías. Por ello tenemos una sobreexposición en aerolíneas, cruceros, energía y materiales. El resto de sectores tiene un papel muchísimo más reducido.
En estos últimos meses, este posicionamiento no nos ha ayudado, y no hemos obtenido las rentabilidades esperadas. Sin embargo, de ir a favor compensará enormemente las reducidas pérdidas y la ganancia sería considerable. Así pues, si perdemos, perderemos relativamente poco, pero si sale bien ganaremos mucho dinero. Este es el binomio riesgo/beneficio en el que nos gusta invertir.
Desde 2018 hasta octubre de 2020, Grandes Marcas ha volatilizado Value. Sin embargo, a raíz de la vacuna, Value se recuperó de forma muy agresiva, aunque sigue por detrás. Desde marzo 2021 hasta hoy otra vez Grandes Marcas ha marcado el terreno. Pero pensamos que esto no durará mucho más.
Como principales factores, vemos que la aparición de las nuevas variantes del virus será muy probablemente con altísimo poder de contagio, pero gracias a Dios tendrán una muy baja mortalidad, similar a la gripe común. La vacunación está siendo un éxito.
En el siguiente gráfico podemos apreciar la evolución de los contagios y las muertes en España. Vemos que, con cada nueva ola de contagios, con nuevas variantes del virus, cada vez la mortalidad en relación con los contagios es menor. Esta tendencia es muy alentadora.
Además, los tipos de interés parece que han tocado fondo en USA. Y esto es algo tremendamente importante. De empezar a subir, y su patrón indica que vamos en esta dirección, podrían llegar los tipos a 10 años americanos al 2% a fin de año. Esto indicaría que el mercado espera una subida importante de la inflación que podría ser alta de forma más permanente de lo que la gente piensa.
Las empresas tecnológicas suelen cotizar caras debido a que tienen un crecimiento muy superior a la mayoría. Sin embargo, son mucho más sensibles a los tipos de interés elevados. En entornos donde los tipos de interés se reducen, suelen funcionar muy bien. Pero cuando los tipos de interés empiezan a subir, sus múltiplos de valoración se recortan de forma más drástica. En cambio, en otros sectores más baratos, las expectativas suelen ser más reducidas y un entorno de tipos altos no suele influir demasiado.
Por ejemplo, una acción de una empresa tecnológica puede tener un PER de 50, es decir, ahora esta empresa gana un 2% sobre el dinero desembolsado para su compra. Es un precio caro. Pero si esta tecnológica cada año crece a un +50%, en pocos años este 2% puede ser un 8% o un 20% sobre la inversión inicial. En cambio, una empresa barata puede tener un PER de 8, lo que significa que sus beneficios son del 12,5% al año sobre el precio de compra. A cambio, no crecerá demasiado en el futuro. El quid de la cuestión radica en que, cuando suben los tipos de interés, toda inversión la comparas con lo que te da el banco. Si el banco no te da un duro, ganar un 2% con grandes posibilidades de crecimiento futuro de una tecnológica es una gran opción. Pero si el banco sube el interés de los depósitos y ahora paga un 4%, la empresa tecnológica gana un -2% respecto al depósito. En cambio, la empresa barata con el 12,5% de rentabilidad anual sigue aún ganando un +8,5% más de lo que ofrece el banco.
De modo que, si finalmente los tipos de interés a largo plazo empiezan a subir, uno de los sectores más perjudicados será el tecnológico.
Dado que los índices de los mercados están en su mayoría con una elevadísima sobrexposición en tecnología es probable que, de iniciarse este próximo ciclo, la gestión activa supere con creces la pasiva y los índices.
El tiempo dirá.
Finalmente, en la siguiente tabla podemos apreciar la composición actual en acciones de Factor Investing Dinámico del fondo BISSAN Largo Plazo. Los porcentajes son sobre el total de acciones invertidas en Factor Investing Dinámico dentro del fondo.
Es importante entender que invertimos en bolsas americanas por una ventaja enorme a nivel de liquidez. Pero muchas de las empresas tienen la sede fuera de USA. Y aunque fueran muchas americanas, tienen también una parte enorme de sus ingresos fuera de USA.
Renta Fija
La renta fija es una clase de activo con enorme peligro en la actualidad. Ha sido un activo francamente rentable y con poca volatilidad en los últimos 40 años, pero se ha desbocado debido al excesivo endeudamiento de los gobiernos del orbe entero, y en menor medida de empresas y familias. Actualmente hay en el mundo 10 veces más deuda que activos bursátiles, lo que implicaría que una caída del 10% en el mercado de bonos sería el equivalente a que quebraran todas las empresas que cotizan actualmente del mundo entero, es decir, una hecatombe.
En estos momentos consideramos que es un activo burbuja, y más desde el Covid, aunque debemos distinguir dónde es más peligroso.
Si bien es cierto que conviene tener renta fija cierta proporción del patrimonio para diversificar riesgos (no puedes tener todo tu dinero sólo en acciones o sólo en pisos), es importante evitar la deuda soberana, salvo la americana o alemana, puesto que tiene en la actualidad visos de burbuja.
Actualmente, los tipos de interés que se están pagando, especialmente en Europa, son los más bajos de los últimos 5.000 años de historia.
Si analizamos con más detalle los intereses en USA vemos cómo al inicio de su independencia los tipos eran del 8%, para ir progresivamente bajando cada vez más, dado su cada vez mayor papel preponderante en el mundo civilizado. Cuanto más poderoso y rico eres se te presta dinero con menor interés. En 1960 se les desbocó completamente la inflación por políticas nefastas muy relacionadas con el endeudamiento público, guerras, posguerras y problemas con la inflación en materias primas, que solventaron posteriormente con gran éxito, aunque por el camino eliminaron el patrón oro en 1971 y todas las divisas pasaron a cotizar libremente respecto al oro.
Ahora sería un estupendo momento para pedir prestado dinero, no para prestarlo. Por ello, hoy en día, lo más arriesgado es tener la mayoría del capital en renta fija, ya que en los próximos años es probable que no logre cubrir la inflación.
Paradójicamente, lo más conservador será tener renta variable, que, a pesar de sus vaivenes, a largo plazo cumplirá perfectamente su función de cubrirnos de la inflación y ofrecernos una buena rentabilidad.
Bancos
Los tipos de interés negativos son muy perniciosos para la banca ya que se le reducen los márgenes para ganar dinero. Esto ha hecho que los bancos haya sido uno de los peores sectores en los últimos 10 años, especialmente en Europa, donde realmente no se ha hecho una reforma adecuada.
Y dado que las nuevas leyes europeas en cuestión de rescate no facilitan las cosas, como lo que ha pasado a Banco Popular, es necesario reducir la exposición en bancos europeos, sobretodo a nivel de renta variable, y en el caso de renta fija, sólo invertir en los mejor capitalizados.
Divisa
La exposición en divisas, por defecto, es en euros, al ser nuestras familias en su mayoría residentes en la Unión Europea. Pagan y cobran en euros, por lo que no tiene ningún sentido especular en otra dirección.
Sin embargo, emerge en la actualidad un escenario macroeconómico muy complejo: se trata de la posible rotura del euro y la reestructuración del Banco Central Europeo provocada por la excesiva deuda de los estados europeos y su desafección con el proyecto común. Si bien creemos que este escenario tiene unas probabilidades de entre el 40% y 50% en los próximos años, de materializarse provocaría una situación de fuerte inestabilidad en todos los ámbitos, puesto que estaría en duda la confianza en el propio sistema financiero en Europa.
Si analizamos históricamente lo que ha ocurrido en situaciones similares, en las que se pone en duda la viabilidad o solvencia de los estados, vemos como se suele recomendar tener divisas fuertes (hard currency), siendo el dólar americano el único que nos ofrece suficiente confianza. Además, conviene tener invertido el patrimonio en activos reales, es decir, acciones de empresas y activos inmobiliarios. Todo lo relacionado con bancos, renta fija y depósitos puede sufrir pérdidas catastróficas, tanto por la vía de la depreciación de la divisa (en el caso que el euro se hunda respecto al dólar) como por la quiebra o reestructuración de Estados y por ende la de bancos poseedores de esta deuda.
Por estos motivos, recomendamos tener una elevada exposición en USD del patrimonio de las familias invertido a más de 5 años.
Conclusiones
A lo largo de estos últimos 11 años hemos desarrollado un proceso de inversión robusto y de éxito. Nos hemos ido adaptando a todo tipo de peligros y extremos en los mercados, que hemos ido capeando poco a poco.
Este proceso de inversión está en continua evolución, lo que no podía ser de otra forma. Si hay algo que no cambia es que todo cambia. Actualmente estamos incorporando como gran mejora a nivel inversor el Factor Investing Dinámico, en el que pensamos puede ayudar sobremanera en adaptarnos de forma muy rápida y eficaz a las eventualidades del mercado.
Con todo, esperamos poder seguir ofreciendo unos resultados consistentes para que nuestras familias logren sus objetivos financieros. Gracias a la planificación financiera podemos combinar lo que en el mundo de la inversión parecen conceptos contrapuestos: rentabilidad y tranquilidad.