Normalmente se habla de diversificación para evitar tener todos los huevos en la misma cesta. Lo curioso es que habitualmente uno piensa en diversificar acciones, pero no tanto en depósitos o renta fija, y mucho menos en pisos o inmuebles.
Creo que la victoria de Trump ha marcado un fuerte punto de inflexión en el mercado. Por un lado, el poder (financiero, mediático…=establishment) ahora ya se toma en serio el hecho de que la población occidental empieza a estar harta y es una realidad con Brexit, Trump, Le Pen, etc. Y lo que vemos es cómo la deuda pública, la que aguanta el establishment, y que desde mi punto de vista está en modo burbuja, empieza a estar en entredicho. Ahora la gente confía en ella cada vez menos, y parece que será un proceso que irá a más. Esta desconfianza hacia los gobiernos hará que los inversores pidan un mayor tipo de interés ya que ven más riesgos que antes, lo que implica una pérdida importante en las valoraciones de los bonos gubernamentales.
Ante esta situación, dado que la inmensa mayoría de inversores tiene deuda pública (y privada), ¿qué deben hacer para cubrirse? Pues desde mi punto de vista, comprar acciones, aunque parezca una paradoja (¿no compramos bonos para cubrirnos de las acciones?).
En Estados Unidos, en estos últimos 87 años (1928-2015), han existido 16 ocasiones en las que los bonos gubernamentales a 10 años perdían valor, con un promedio de pérdida del -4,07%. En cambio, cuando los bonos perdían dinero, las acciones ganaban en promedio un 12,68%. De los 16 años en los que los bonos han sufrido pérdidas, en 13 ocasiones (el 81% de las veces) las acciones ganaron dinero.
Como venimos diciendo desde hace tiempo, las familias aversas al riesgo son las que mayor riesgo tienen ya que suelen tener renta fija, un activo que está en modo burbuja si está invertida en bonos soberanos.